La escena, que se desarrolló justo antes de las 10:30 de la mañana, reunió a paramédicos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, quienes respondieron a una llamada sobre posibles sobredosis.
El nerviosismo se apoderó del ambiente cuando se conoció que al menos 14 estudiantes, de entre 12 y 13 años, se encontraban afectados. Dos de ellos fueron trasladados de urgencia a un hospital, mientras que los demás fueron atendidos en el lugar y luego entregados a sus padres. La noticia, que se propagó rápidamente, despertó preocupación en la comunidad escolar y en las familias de los estudiantes.
La dirección del plantel, preocupada por la situación, emitió un comunicado en el que se instaba a los padres a hablar con sus hijos sobre los peligros del consumo de sustancias, especialmente de las drogas, y sobre sus efectos nocivos. “Hoy nos enteramos de que un grupo de estudiantes pudo haber consumido una sustancia prohibida”, señaló el director, el señor Siegel, quien hizo un llamado a la colaboración para educar a los estudiantes sobre las consecuencias del uso de drogas.
Este incidente, que se suma a un caso similar ocurrido el lunes en Nobel Charter Middle School en Northridge, donde cinco estudiantes presentaron síntomas tras haber consumido presuntamente productos comestibles derivados del cannabis, pone de manifiesto la importancia de la prevención y la educación en torno a los riesgos del consumo de sustancias prohibidas, especialmente entre los jóvenes.