La historia de este debate es larga y compleja, con la Proposición 8, aprobada en 2008, que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en California desde hace más de una década, la Proposición 3 busca proteger este derecho de cualquier posible amenaza a nivel federal.
"Durante casi 10 años, esta libertad que todos tenemos de casarse con la persona que amamos ha sido un derecho establecido. El mundo ha seguido funcionando sin problemas. Nadie se ha ofendido porque otra persona tenga el derecho a casarse. Creo que la gente se sorprendería de que esto todavía esté en los libros, y necesitamos quitarlo y reemplazarlo con un lenguaje que sea afirmativo", comenta Chris Ward, Asambleísta de California.
Sin embargo, algunos grupos religiosos se oponen a la Proposición 3. Jonathan Keller, del Consejo Familiar de California, argumenta que la garantía de un "derecho fundamental al matrimonio" es demasiado ambigua.
"La Proposición 3 elimina cualquier límite al matrimonio. No hay una definición en la Proposición 3 sobre la relación genética entre las personas que podrían casarse, la edad de las personas que podrían casarse o el número de personas que podrían casarse", expresa Jonathan Keller, Consejo Familiar de California.
A pesar de la controversia, los partidarios de la Proposición 3 han recaudado $3 millones, mientras que los oponentes no han recibido ninguna financiación.