La muerte del niño, que se produjo en febrero, ha llevado a la detención de su madre, Jessica Dominique Darthard, de 39 años, y su abuelo, Jessie Milton Darthard, de 72.
La tragedia ocurrió durante una visita supervisada en la casa de la abuela en Lancaster. La madre y el abuelo fueron acusados de asesinato en septiembre. Jessica Darthard también enfrenta cuatro cargos de abuso infantil bajo circunstancias que probablemente causen lesiones graves o la muerte.
El padre de Justin, Montise Bulley, ha presentado una demanda por daños de 65 millones de dólares contra el Departamento de Servicios para Niños y Familias de Los Ángeles (DCFS). Él acusa a la agencia de negligencia, argumentando que deberían haber sabido que el niño estaba en peligro en la casa de su madre.
El caso ha sacudido a la comunidad y ha planteado serias preguntas sobre la eficacia del sistema de protección infantil en Lancaster.
¿Qué llevó a la muerte de Justin?
De acuerdo con los documentos del caso, el abuelo de Justin, Jessie Milton Darthard, compró fentanilo esa mañana, lo fumó en un tubo de vidrio en la sala de estar mientras Justin yacía a su lado, se quedó dormido y luego despertó a las 6 pm con Justin B. acostado en el sofá a su lado, sin responder.
El niño murió por la ingestión accidental de fentanilo.
El caso también ha revelado un patrón preocupante de abuso de drogas en la familia. La madre de Justin, Jessica Darthard, tenía dos condenas por DUI y estaba en libertad condicional. Ella y su novio habían sido retirados de la custodia de sus hijos en mayo de 2023 después de presenciar la muerte de su novio por una sobredosis de fentanilo. Sin embargo, el DCFS permitió visitas supervisadas de los niños con su madre los fines de semana.
La tragedia ha generado un debate sobre la responsabilidad del DCFS y sobre la necesidad de medidas más estrictas para proteger a los niños de familias con antecedentes de abuso de drogas.
La investigación continúa.