Un grupo de hombres, armados y violentos, irrumpió en el establecimiento, alterando la tranquilidad de la noche. Las víctimas, un hombre de 48 años y una mujer de 39, se encontraban a punto de ingresar al restaurante cuando una camioneta todoterreno oscura se estacionó frente a ellos. De la camioneta descendieron cinco individuos, tres de ellos portando armas de fuego. Los hombres entraron al restaurante con las víctimas, tomando control de la situación.
Los agresores no solo se apoderaron de las pertenencias del restaurante, sino que también obligaron a las víctimas a subir a la camioneta, llevándose sus objetos personales. Los sospechosos llevaron a las víctimas a diversos cajeros automáticos, obligándolos a retirar dinero en efectivo bajo amenazas. Finalmente, liberaron a las víctimas y huyeron del lugar.
Afortunadamente, las víctimas no sufrieron lesiones físicas y se negaron a recibir atención médica. Sin embargo, la experiencia seguramente dejó una huella imborrable en ellos.
La policía de Chicago inició una investigación para dar con los responsables de este acto de violencia.