Un nuevo apagón nacional sorprendió a los cubanos este sábado por la mañana, solo horas después de que las autoridades anunciaran que la electricidad se estaba restableciendo lentamente. Esta vez, la luz se fue a las 6:15 am, según la Unión Eléctrica de Cuba.
El anuncio oficial, publicado en el canal de Telegram, causó un revuelo en las redes sociales. Algunos usuarios lamentaron que la electricidad regresó brevemente para luego desaparecer de nuevo, sumiendo a la isla en una nueva ola de incertidumbre. El país ya había vivido un apagón general el viernes, después de que una de las principales plantas de energía de la isla fallara.
El colapso de la red eléctrica, debilitada por años de falta de mantenimiento y sanciones económicas, amenaza con hundir a Cuba en una crisis aún más profunda. Sin electricidad, el agua potable se convierte en un lujo, y los alimentos se deterioran rápidamente. Esta situación, que afecta a millones de personas, ha obligado al gobierno a tomar medidas drásticas.
Las escuelas fueron cerradas desde el viernes hasta el fin de semana, las discotecas y centros de recreación también permanecieron cerrados, y solo los "trabajadores indispensables" fueron autorizados a acudir a sus puestos de trabajo. El gobierno ha estado paralizando la actividad económica para poder generar la energía necesaria para la población, según palabras del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz.
Los generadores, un lujo para la mayoría de los cubanos, son la única esperanza en medio del caos. En La Habana, la ciudad parece un laberinto de calles sin semáforos, donde la poca movilidad depende de la limitada presencia policial.
Las autoridades cubanas responsabilizan por la situación a una serie de factores, desde las sanciones económicas de Estados Unidos hasta las interrupciones causadas por huracanes recientes. Sin embargo, la realidad es que la infraestructura del país está en un estado deplorable, y el futuro energético de Cuba se ve sombrío.