Se habla de la DANA, un fenómeno meteorológico que ha desatado inundaciones catastróficas en el sur y este del país. Pero más allá de la simple palabra "DANA", se esconde un fenómeno complejo que nos recuerda la fragilidad de la naturaleza y la importancia de comprender las señales que nos envía.
¿Qué es la DANA?
La DANA, que significa Depresión Aislada en Niveles Altos, se produce cuando una masa de aire frío se separa de la corriente de aire en chorro polar o subtropical, descendiendo hacia niveles más bajos de la atmósfera. La colisión de esta masa de aire frío con el aire caliente de la superficie genera fuertes tormentas y lluvias torrenciales, desencadenando inundaciones devastadoras.
Esta DANA en particular se ha convertido en la más mortífera del siglo en España, superando en víctimas a la tragedia de 1996, cuando 87 personas perdieron la vida en una inundación cerca de Biesca, en los Pirineos.
A nivel europeo, el saldo de víctimas se acerca al del peor desastre por inundaciones del continente desde 2021, cuando 185 personas perdieron la vida en Alemania. Estos eventos, según los expertos, se están volviendo más frecuentes e intensos debido al cambio climático. La temperatura del agua marina y la humedad de la atmósfera están aumentando, creando las condiciones perfectas para la formación de DANAs más fuertes y destructivas.
Mientras la tragedia se desarrolla en España, la comunidad internacional observa con preocupación la escalada de eventos climáticos extremos que están afectando a todos los rincones del mundo. El cambio climático es una realidad y sus consecuencias se están haciendo sentir con mayor fuerza que nunca.