La situación ha generado preocupación, pues se ha vinculado a la bacteria E. coli que puede causar diarrea, insuficiencia renal y otros problemas serios.
A finales de octubre, se reportaron 90 casos en 13 estados diferentes, con 27 personas hospitalizadas y un fallecimiento confirmado.
Las investigaciones, que apuntan a las cebollas frescas fileteadas como la fuente de contaminación, han arrojado luz sobre un posible productor de cebollas de interés en el estado de Washington. Este proveedor aún no ha sido nombrado por la FDA, pero las autoridades ya iniciaron una inspección en sus instalaciones.
La FDA ha informado que el riesgo actual de enfermarse es bajo, ya que las cebollas sospechosas han sido retiradas del mercado y ya no deberían estar disponibles.