La próxima contienda electoral en Estados Unidos, que promete ser reñida, ha colocado a los temas de género en el centro de la discusión pública.
Diversas organizaciones, lideradas por GLAAD, han expresado su preocupación por la intensificación de la campaña, temiendo que se siembre miedo y odio hacia la comunidad transgénero. Esta comunidad, que representa menos del 1% de la población adulta del país, ya enfrenta altas tasas de discriminación y violencia.
En el centro del debate se encuentran las políticas propuestas por los aspirantes a la presidencia, Donald Trump y Kamala Harris. Las propuestas de Trump, que se enfocan en la atención médica de personas transgénero en prisiones y cárceles, así como en la participación de personas trans en deportes, han generado un fuerte rechazo por parte de los grupos LGBTQ.
Las políticas de Trump:
- Atención médica en prisiones: Su campaña ha prometido acabar con la atención médica para personas transgénero en prisiones. Sin embargo, según la Oficina de Prisiones, bajo la administración de Trump, se permitía que las personas transgénero recibieran atención médica de acuerdo a sus necesidades, incluso cirugías, después de una evaluación individual.
- Acceso a la atención de afirmación de género: Trump propone restringir el acceso a la atención de afirmación de género, incluyendo bloqueadores de la pubertad y terapia hormonal. Sin embargo, Planned Parenthood, junto con diversos médicos e investigadores, afirman que este tipo de atención médica solo se ofrece bajo el consentimiento de los padres y es un proceso largo que se considera en cada caso individualmente.
- Participación en deportes: Trump busca "mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos", argumentando que las mujeres transgénero tienen una ventaja física. Sin embargo, los defensores de los derechos LGBTQ desmienten esta afirmación, asegurando que las mujeres transgénero representan un número insignificante de atletas en la NCAA.
La postura de Harris:
- Harris ha sido considerada por algunos grupos LGBTQ como parte de la administración más "pro-LGBTQ" y ha expresado su apoyo a la Ley de Igualdad, que busca proteger a los estadounidenses LGBTQ de la discriminación. Sin embargo, su postura sobre la atención médica para personas transgénero en prisiones ha sido objeto de controversia.
- En 2019, Harris declaró su apoyo a "brindar atención médica esencial para ofrecer un tratamiento de transición". Sin embargo, en una entrevista reciente, afirmó que "respetará la ley", la cual, según ella, permitía la atención médica para personas transgénero en prisiones durante la administración de Trump.
Esta controversia destaca la complejidad de los temas relacionados con las personas transgénero en la política estadounidense y la necesidad de abordar estos temas con sensibilidad y respeto hacia la comunidad LGBTQ.