Las víctimas, Catherine Nunez, de 33 años, y su madre, Marisol Nunez, de 54, fueron encontradas sin vida en su hogar durante la madrugada del miércoles.
Las autoridades han confirmado que el agresor, Junior Edwards, de 37 años, ingresó a la casa a través de una ventana que él mismo rompió. El hijo de ocho años de Catherine, quien se encontraba en la casa durante el ataque, se salvó al esconderse bajo la cama. La escena del crimen fue descrita como desgarradora, con las dos mujeres halladas en un dormitorio del piso superior, y la causa de la muerte, según las autopsias, fue por heridas de bala.
La comunidad ha respondido con una mezcla de conmoción e incredulidad. "No puedo dormir, todavía estoy asombrada", comentó Glenda Sprauve, una vecina, a una fuente local. Otros, como Charlee Harris, un amigo y vecino de la familia, se sienten inseguros y vulnerables a pesar de que las autoridades han asegurado que el crimen no parece aleatorio.
La Oficina del Fiscal del Condado de Burlington ha asegurado que Edwards fue detenido en Filadelfia el viernes y enfrenta cargos de asesinato en primer grado, además de otros cargos relacionados con el allanamiento y la posesión ilegal de armas. "Este crimen no parece ser al azar y no creemos que el resto de los residentes esté en riesgo", afirmó un representante de la Fiscalía.
La comunidad de Willingboro está en estado de duelo, con una vigilia planeada para el viernes por la noche para recordar a las víctimas y expresar su apoyo al hijo de Catherine, quien es el único sobreviviente de esta tragedia. La crudeza del evento ha sacudido la localidad y ha puesto de manifiesto la importancia de la unidad y la solidaridad en momentos difíciles.