Su canal de YouTube, con casi 650.000 suscriptores, es un altavoz de una ideología particular. Gisbert se identifica con las ideas de Antonio García-Trevijano y defiende que España no es una democracia, sino una partitocracia donde la participación ciudadana es nula. Su mensaje principal: la abstención electoral, pues considera que no existen opciones válidas. En 2020, fundó la Junta Democrática de España, una asociación civil que busca implementar una "verdadera democracia".
Pero la polémica alrededor de Gisbert no se limita a sus ideas políticas. En 2022, tras un viaje a Ucrania, fue acusado de desinformación y delito de odio por acusar al gobierno de Zelenski de asesinar a ciudadanos ucranianos en el Donbás con armas occidentales, lo que lo llevó a ser catalogado como propagandista de Putin. Sin embargo, el 15 de octubre de este año, publicó en X que la Audiencia Provincial había ratificado que no había cometido ningún delito de odio ni de desinformación, poniendo fin a una "persecución de dos años de la Fiscalía" contra él.
El incidente que ha puesto a Gisbert en el ojo del huracán ocurrió durante una conexión en directo para 'Horizonte'. Se le ha podido ver arrodillándose en el barro antes de la conexión, lo que le ha valido las críticas y, finalmente, el despido por parte de Iker Jiménez. Gisbert, en un video publicado en sus redes sociales, ha reconocido el hecho, pero lo ha justificado al asegurar que estaba en "falso directo" y no podía aparecer en la segunda conexión sin barro en las rodillas. Considera que el video es una "campaña de difamación" en su contra y se defiende asegurando que es una persona "leal, recta" y que no ha "robado a nadie".