En noviembre de 2023, un joven de 24 años, Skyler Philippi, residente de Columbia, Tennessee, fue arrestado por agentes del FBI por intentar utilizar un arma de destrucción masiva y por intentar destruir una instalación energética. La investigación, realizada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, reveló que Philippi, con vínculos a grupos supremacistas blancos, planeaba atacar una subestación eléctrica en Nashville.
Las autoridades lograron infiltrarse en los círculos de Philippi y, bajo la apariencia de cómplices, desmantelaron su plan. De acuerdo con la información recopilada por los agentes encubiertos, Philippi, quien estaba bajo vigilancia desde enero por su posible extremismo, había expresado su deseo de llevar a cabo un tiroteo masivo en un YMCA en Columbia.
Philippi pretendía utilizar un dron con explosivos para atacar la subestación eléctrica. El dron estaba listo para ser activado y el dispositivo explosivo armado cuando fue arrestado. Las autoridades, luego de meses de vigilancia, lograron evitar lo que podría haber sido una tragedia con consecuencias devastadoras.
El caso de Philippi resalta la importancia de la lucha contra el extremismo violento y la necesidad de una vigilancia constante para garantizar la seguridad de las infraestructuras críticas. El uso de drones para ataques terroristas es una amenaza emergente que requiere una respuesta proactiva por parte de las agencias de inteligencia y de seguridad.
Es crucial destacar que la información proporcionada en este documento se basa en información oficial del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. No se busca atribuir culpabilidad o responsabilidad sin un debido proceso judicial.