El triunfo de McBride llega en un momento donde el debate sobre los derechos de la comunidad LGBTQ+ se ha intensificado en Estados Unidos, especialmente en torno a las políticas de género.
McBride, de 34 años, comenzó su carrera política en 2006, trabajando en la campaña de Beau Biden, el hijo de Joe Biden, para la fiscalía general de Delaware. En 2013, se convirtió en una firme defensora contra la discriminación por identidad de género en el estado, contando con el apoyo de Beau Biden. Su activismo la llevó a ser la primera persona transgénero en trabajar como pasante en la Casa Blanca, la primera en hablar en una convención nacional de un partido político y, en 2020, la primera en ser elegida para el Senado estatal.
Su trayectoria como activista y política ha sido marcada por su lucha por la igualdad y la inclusión, incluyendo la ampliación del acceso a la atención médica asequible, la defensa de las reformas de armas y el apoyo a la legislación contra la discriminación para proteger a las personas transgénero.
McBride ha demostrado su compromiso con las causas que defiende, y su triunfo en las elecciones es un testimonio de su lucha por la representación y la igualdad. Su elección es un hito histórico que marca un paso adelante en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Estados Unidos.