El cielo sobre Riverside se tiñó de un naranja intenso en la madrugada del jueves, un espectáculo inusual que no prometía nada bueno. Un incendio de proporciones descomunales se había desatado en un almacén de la zona, y la columna de humo ascendía desafiando las alturas. Las sirenas de bomberos resonaban en el silencio de la madrugada, anunciando una batalla contra las llamas que prometía ser larga y complicada.
La ubicación exacta del siniestro: 14000 Block of Meridian Parkway, una zona industrial en las afueras de Riverside. Las llamas se habían apoderado de un enorme almacén que albergaba un material peligroso: pequeñas baterías de iones de litio. Este tipo de baterías, comúnmente utilizadas en herramientas eléctricas, pueden llegar a ser extremadamente peligrosas en caso de incendio, liberando gases tóxicos y provocando explosiones.
La magnitud del incendio obligó a los bomberos a declarar una cuarta alarma, movilizando a un gran número de unidades y personal. El equipo de materiales peligrosos se unió a la lucha contra el fuego, y el trabajo de los bomberos se convertía en una carrera contra reloj para evitar que el incendio se extendiera y causara daños mayores.
Las primeras horas de la mañana se convirtieron en un frenesí de actividad: el rugido de las bombas de agua, el chisporroteo de las llamas, el clamor de los bomberos coordinando sus movimientos. Afortunadamente, el fuego se controló en las primeras horas de la mañana, aunque el humo seguía emanando del almacén, recordando el peligro que se había desatado.