Las calles de Nueva York, llenas de vida y movimiento, pronto podrían cambiar su panorama. Una propuesta de ley recién aprobada por los votantes neoyorquinos, conocida como la Proposición 2, ha generado controversia y preocupación entre los vendedores ambulantes.
La propuesta, que entra en vigor en enero de 2025, amplía las facultades del Departamento de Sanidad para sancionar y desalojar a los vendedores que operan en espacios públicos. La medida ha sido criticada por grupos como el Street Vendors Project, quienes consideran que esta le otorga un poder excesivo a la ciudad para confiscar la mercancía de los vendedores. "La Proposición 2 representa una amenaza para el sustento de miles de personas que trabajan duro para ganarse la vida", afirma Jennifer Salgado, organizadora principal del Street Vendors Project.
La propuesta, que fue aprobada por una estrecha mayoría, ha desatado un debate sobre la regulación de los vendedores ambulantes en la ciudad. Los partidarios de la medida argumentan que es necesaria para controlar la proliferación de vendedores y garantizar la seguridad de los espacios públicos.
Sin embargo, los detractores argumentan que la medida es discriminatoria y perjudica a los más vulnerables.