Después de más de una década del devastador accidente nuclear en Fukushima Daiichi, la tarea de desmantelar la planta sigue siendo un reto colosal. Los expertos trabajan incansablemente para remover los restos del desastre, y recientemente se logró un avance significativo: un robot logró extraer por primera vez un fragmento de combustible fundido del reactor Nº 2.
Este pequeño trozo de combustible, del tamaño de un trozo de granola, representa un hito en la compleja operación de limpieza. El robot, llamado “Telesco”, está equipado con una estructura similar a una caña de pescar, lo que le permitió acceder a la zona del reactor y cortar con precisión el fragmento.
La extracción del combustible no estuvo exenta de dificultades. El equipo de TEPCO, la empresa que administra la planta, se enfrentó a diversos obstáculos durante la misión. Inicialmente, un error de procedimiento retrasó la operación por casi tres semanas. Luego, las cámaras del robot dejaron de funcionar, obligando a los operadores a detener la operación y reemplazarlas antes de poder reanudar la misión.
A pesar de estos inconvenientes, el robot Telesco finalmente logró su objetivo y regresó exitosamente a su contenedor, con el fragmento de combustible en sus pinzas. Este pequeño trozo de material radioactivo proporcionará información crucial para evaluar el estado del reactor y diseñar estrategias para futuras operaciones.
El objetivo final es la limpieza total de los reactores dañados, un proceso que se estima durará entre 30 y 40 años. Este logro representa un paso crítico en el largo camino hacia el desmantelamiento de Fukushima Daiichi.