¿Alguna vez has recibido una llamada de un cobrador que te deja con la piel de gallina? No estás solo. Cada vez más personas se ven envueltas en un laberinto de llamadas telefónicas de cobro, algunas legítimas, otras, verdaderas trampas.
Según la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), el panorama del cobro de deudas está cambiando. Los estafadores se aprovechan de la incertidumbre, fabricando deudas falsas que pueden afectar gravemente tu historial de crédito. ¡Y lo peor? Muchas veces, estas deudas se atribuyen a gastos médicos o alquiler, dos temas sensibles para la mayoría.
¿Cómo te proteges? Aquí te dejamos algunos consejos claves:
- Pregunta, pregunta y pregunta: Al recibir una llamada de cobro, lo primero es exigir información. ¿Quién es el cobrador? ¿Para qué empresa trabaja? ¿Cuál es su número de contacto? Recuerda que la ley exige que te proporcionen la información de validación de la deuda en un plazo de cinco días. Si se niegan o evaden la pregunta, ¡enciende la señal de alerta!
- Mantén la calma y no cedas a la presión: Las amenazas de arresto o acoso son señales claras de una estafa. No te dejes intimidar por este tipo de tácticas. Denuncia cualquier comportamiento inapropiado a la Comisión Federal de Comercio (FTC) a través de ReportFraud@ftc.gov.
- No te apresures a tomar decisiones: Los estafadores juegan con el miedo y la prisa. Tómate el tiempo para analizar la situación. Si consideras que la deuda no es válida, envía una carta al cobrador donde indiques que la disputas y exijas que dejen de contactarte. Esta acción no elimina la deuda, pero detiene las llamadas hasta que el cobrador demuestre la validez de su reclamo.
Recuerda, tienes derecho a protegerte.
No te conviertas en una víctima. Si detectas una llamada fraudulenta, presenta una queja formal a la
CFPB o la
FTC. También puedes buscar ayuda de organizaciones sin fines de lucro especializadas en asesoría de crédito.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest