Desde economistas hasta expertos en comercio, todos coinciden en que los aranceles podrían aumentar el costo de vida, especialmente para las familias de bajos y medianos ingresos. California, que ya ha experimentado las consecuencias de las políticas comerciales de Trump durante su primer mandato, podría verse afectada aún más por los aranceles propuestos. El estado es el principal receptor de importaciones de China y México, con un 40% del total de las importaciones del estado provenientes de estas dos naciones en 2023.
Un ejemplo de los potenciales efectos adversos es el sector agrícola de California. Las exportaciones de productos como almendras, vino y nueces a China ya se vieron afectadas durante el primer mandato de Trump debido a los aranceles de represalia implementados por el gigante asiático. La amenaza de aranceles a los productos mexicanos podría impactar también la producción de bienes como la Toyota Tacoma, que se fabrica en Baja California y se importa a Estados Unidos a través de California.
Si bien hay algunos que consideran que los aranceles podrían beneficiar a ciertos sectores, como la industria de baterías de litio, la mayoría de los expertos advierten que el impacto negativo en la economía de California superaría cualquier beneficio potencial. La situación se vuelve aún más complicada ante la amenaza de deportaciones masivas por parte de Trump, que podría afectar gravemente la fuerza laboral del estado.
La industria naviera también se encuentra en alerta. El puerto de Los Ángeles, el más activo de América del Norte, ya registró un aumento significativo en la actividad comercial en septiembre, lo que sugiere que las empresas se están preparando para la posibilidad de aranceles. Sin embargo, la imposición de estas medidas podría generar un efecto inverso, disminuyendo el tráfico y los empleos en los puertos.
El futuro de la economía californiana depende en gran medida de las decisiones que tome el nuevo gobierno de Trump. Las consecuencias de estas políticas tendrán un impacto directo en la vida diaria de los californianos, afectando sus precios, empleos y la estabilidad económica del estado.