El problema, que comenzó en septiembre, ha causado preocupación entre los consumidores, especialmente en México, donde la cadena de comida rápida es muy popular.
Aunque las autoridades sanitarias han confirmado que el brote está relacionado con las cebollas fileteadas que se sirven en las hamburguesas Quarter Pounder, aún no se ha identificado la fuente exacta de la contaminación. Se sabe que las cebollas fueron suministradas por Taylor Farms, una empresa con sede en California, que ya retiró del mercado las cebollas que podrían estar relacionadas con el brote.
Las investigaciones apuntan a que la bacteria E. coli presente en las cebollas podría ser letal, provocando problemas renales graves, especialmente en niños menores de 5 años.
La FDA ha realizado pruebas y ha detectado la bacteria en una muestra de las cebollas, pero la cepa no coincide con la que provocó el brote. Sin embargo, la agencia ha asegurado que la cepa detectada puede producir una toxina peligrosa.
Hasta el momento, se han reportado casos en 14 estados, incluyendo Colorado, Montana, Nebraska y Nuevo México. De los 104 afectados, 34 han sido hospitalizados y uno ha fallecido. Las autoridades sanitarias han asegurado que el riesgo para la población sigue siendo bajo.