Según reportes, más de 4,000 mineros podrían estar atrapados en las profundidades de la mina abandonada, ubicada en la provincia del Noroeste de Sudáfrica. Un cuerpo sin vida fue encontrado el jueves, lo que ha generado gran preocupación entre las familias de los mineros que aún no han salido.
“Estamos aquí por nuestros hermanos y hermanas. Mi esposo ha estado bajo tierra por ocho meses" , expresó Ntomboxolo Qwanti a la AFP.
La ministra en la Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni, ha declarado que no se ofrecerá ayuda a los mineros ilegales, asegurando que “no vamos a ayudar a criminales. Los vamos a sacar a la fuerza”.
Sin embargo, estas acciones han generado polémica y han sido criticadas por algunos sectores que consideran que criminalizar a los mineros, muchos de los cuales son personas desesperadas, es una medida extrema.
La policía ha intensificado sus esfuerzos para combatir la minería ilegal, considerada una actividad que genera millonarias pérdidas al país. Mientras tanto, algunos miembros de la comunidad se han organizado para realizar un rescate de los mineros que aún permanecen atrapados.