Lima se viste de gala para la Cumbre APEC, un evento que este año se ha convertido en un escenario de tensiones geopolíticas. La presencia de los líderes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, respectivamente, ha puesto en el centro de atención el futuro de las relaciones comerciales entre ambas potencias, especialmente en medio del contexto de un inminente cambio de gobierno en Estados Unidos.
El regreso de Donald Trump a la escena política, con sus conocidas políticas proteccionistas, ha generado incertidumbre en la comunidad internacional. El magnate republicano, que ganó las elecciones del 5 de noviembre, ha amenazado con elevar los aranceles a todas las exportaciones hacia Estados Unidos, con un enfoque más estricto en China y México. "Los anuncios de Trump han puesto un compás de espera" a la alianza Asia-Pacífico, comentó Jorge Heine, exembajador de Chile en China entre 2014 y 2017.
Heine no descarta que Trump retire a Estados Unidos de la APEC, tal como lo hizo en 2017 cuando abandonó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), una iniciativa que buscaba crear un poderoso bloque comercial. Las cifras de la APEC muestran que el crecimiento del PIB de la alianza se reducirá de 3.5% en 2024 a 3.1% en 2025.
En medio de estas tensiones, la primera jornada de la cumbre APEC ha comenzado con una reunión entre los representantes de Japón, Corea del Sur, Canadá, Australia, Indonesia y México, entre otros. "Es bueno que conversen y ver si pueden por lo menos bajar el diapasón de las tensiones entre China y Estados Unidos", comentó Heine, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Boston. La cita entre Biden y Xi, que se llevará a cabo este sábado, se desarrolla en un clima de tensión debido al apoyo de China a Rusia en la guerra contra Ucrania.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha enviado un delegado a la cumbre APEC. Para los demás socios, el encuentro en Lima podría servir para trazar el camino a seguir ante el regreso de Trump, un panorama que se prevé tenso, especialmente con el nombramiento del senador Marco Rubio, conocido por su postura dura hacia Pekín, como Secretario de Estado. "Estamos viviendo tiempos difíciles en la relación China-Estados Unidos", subraya Heine.