En un contexto de creciente tensión geopolítica, el Ministerio de Defensa de Rusia ha reportado un incidente significativo en la región de Bryansk. Este evento se produce en un momento crítico, ya que el Kremlin ha decidido actualizar su doctrina nuclear, lo que podría tener repercusiones serias en el conflicto en curso. Según la información oficial, las fuerzas ucranianas habrían lanzado un ataque con misiles balísticos, específicamente con los ATACMS, un sistema de armamento de fabricación estadounidense.
El ministerio ruso afirmó que de los seis misiles disparados, cinco fueron interceptados exitosamente, mientras que el sexto resultó dañado. “Los fragmentos del ATACMS cayeron en el territorio técnico de una instalación militar en la región de Bryansk, provocando un incendio que fue extinguido”, se indicó en un comunicado. Este ataque se produce en un contexto donde el Kremlin ha expresado su descontento por la decisión de Estados Unidos de permitir el uso de estos misiles por parte de Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, subrayó que los recientes cambios en la doctrina nuclear, firmados por el presidente Vladimir Putin, permiten una respuesta nuclear si se utilizan misiles no nucleares occidentales contra Rusia. Esta declaración se da en un momento en que funcionarios estadounidenses han confirmado que el presidente Joe Biden ha autorizado el uso de los ATACMS por parte de Ucrania para atacar objetivos en la región de Kursk, que limita con Bryansk.
La situación se complica aún más con la presencia de aproximadamente 10,000 soldados norcoreanos en la región de Kursk, quienes están siendo preparados para ser desplegados en el conflicto. Mientras tanto, Ucrania se encuentra en un momento de conmemoración, marcando los 1,000 días desde el inicio de la invasión a gran escala por parte de Rusia, un hecho que resalta la gravedad de la situación actual.
La nueva doctrina nuclear de Rusia establece que el país podría lanzar un ataque nuclear en respuesta a cualquier agresión que amenace su integridad estatal, especialmente si proviene de naciones que apoyan a un agresor no poseedor de armas nucleares. Este desarrollo ha generado preocupación entre los líderes occidentales, quienes han enfatizado la importancia de evitar un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, dada la posibilidad de una escalada nuclear.