El "parole humanitario" es un permiso temporal que permite a ciertos inmigrantes ingresar a Estados Unidos por razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo. Este programa ha sido utilizado desde 1952 y ha permitido que personas de países como Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, entre otros, lleguen legalmente a Estados Unidos bajo ciertas condiciones. La administración Biden amplió este programa para permitir la entrada de inmigrantes de países con situaciones de crisis.
La eliminación del "parole humanitario" pondría en riesgo a más de un millón de inmigrantes que han recibido este estatus desde la administración Biden, incluidos miles de venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses. "La posibilidad de ser deportados a nuestros países de origen representa una amenaza grave, dada la situación de violencia, persecución o crisis económica que enfrentamos en nuestras naciones", afirman algunos inmigrantes.
Algunos expertos anticipan que el gobierno de Trump podría enfrentar demandas judiciales si intenta revocar o limitar el acceso al parole. Los abogados de inmigración ya están preparándose para luchar legalmente por el derecho de los inmigrantes a permanecer en el país. Además, debido a que el gobierno tiene registros detallados sobre los patrocinadores y las personas que han llegado bajo el parole, su deportación sería relativamente sencilla.
El impacto de esta política afectaría no solo a los inmigrantes beneficiados por el parole, sino también a aquellos que han invertido recursos en ayudar a estos inmigrantes a establecerse en Estados Unidos. Muchos residentes han patrocinado a inmigrantes y temen perder las inversiones que han hecho para asegurarles un futuro mejor.
La incertidumbre sobre el futuro de estas personas también se refleja en la preocupación de inmigrantes como Ireswa López, una venezolana que llegó bajo el programa y que, al ver que su permiso podría caducar pronto, ya está considerando regresar a su país de origen. "No quiero regresar a mi país, pero si no tengo otra opción, lo haré", afirma.
En resumen, la eliminación del "parole humanitario" bajo el gobierno de Donald Trump podría intensificar aún más la crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos y generar nuevas tensiones tanto a nivel político como social.