Donald Trump ha anunciado que el primer día de su gobierno, el 20 de enero próximo, se estrenará con una ronda de nuevos aranceles a productos importados de México, Canadá y China. La medida, según Trump, es parte de su plan para combatir la migración indocumentada y el tráfico de drogas, en especial el fentanilo.
La respuesta de los dos países norteamericanos vino enseguida. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que para resolver problemas se requiere cooperación y no "intimidaciones". Desde Canadá, el gobierno de Justin Trudeau dijo que está abierto a negociar. Y China advirtió que "nadie ganará en una guerra comercial o arancelaria".
Gerardo Esquivel considera que la amenaza de Trump es un llamado a iniciar una negociación con ventaja. "Es un planteamiento que él hace, con su estilo conocido, a un inicio de negociaciones. Para que al inicio de su administración pueda dar a conocer algún tipo de acuerdo entre los países involucrados y que él se declare triunfador", dijo.
Esquivel también destacó que la amenaza de Trump no es creíble en el sentido de que difícilmente un presidente impondría aranceles tan generalizados, a todo un grupo de productos, sabiendo el impacto negativo que tendría en su economía, con aumento de precios e impacto de toda la actividad económica.
En cuanto a las consecuencias de la medida, Esquivel dijo que imponer aranceles, de las magnitudes que está hablando, a todos los productos, implicaría un aumento inmediato de precios de muchas cosas y tendría repercusiones económicas y sociales en todo Estados Unidos y también posiblemente políticas.
Para México, la medida tendría impacto porque parte del efecto de cuando suben los costos es que una parte se traslada a los precios, pero otra es que disminuye la demanda de productos. Los productores agropecuarios ya no podrían vender a Estados Unidos y sufrirían porque tendrían que colocarlos en otros mercados de México a precios más baratos.
Esquivel también destacó que la presidenta Sheinbaum está en una mejor posición para enfrentar a Trump que en el pasado, ya que ya ocurrió una negociación y se firmó un acuerdo de libre comercio. "México ya lidió con Donald Trump, ya negoció con Trump, llegó a acuerdos con Donald Trump, tiene un tratado de libre comercio firmado con Donald Trump… tampoco el escenario es tan catastrófico como pudiera parecer en una primera instancia", dijo.
En cuanto a la acusación de que México está siendo usado como "puerta trasera" por China para exportar a Estados Unidos indirectamente, Esquivel dijo que no hay evidencia de que eso sea cierto. "Los productos chinos, los automóviles, podrían entrar a Estados Unidos bajo las reglas del Tratado México-Estados Unidos.-Canadá. Pero eso ni siquiera está pasando porque no hay producción de origen chino que esté vendiéndose en Estados Unidos. No hay plantas de inversión china en México", dijo.