Según Joe Biden, "la última cosa que necesitamos hacer es comenzar a arruinar esas relaciones". El mandatario saliente expresó su esperanza de que Trump reconsidere su promesa de imponer un arancel del 25% sobre todos los productos que ingresen en Estados Unidos desde México y Canadá.
La medida forma parte del paquete de órdenes ejecutivas que Trump firmaría tan pronto vuelva a la Casa Blanca, a mediados de enero. El político ha prometido responder a las "políticas laxas" de Canadá y México con la imposición de este arancel especial.
Trump ha escrito en su cuenta de Truth Social que "el 20 de enero, como una de mis muchas primeras Órdenes Ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% sobre TODOS los productos que entren a Estados Unidos, y sus ridículas Fronteras Abiertas".
La decisión de Trump podría tener un fuerte impacto en los números de su economía, ya que ambos países conforman la lista de principales socios comerciales de Washington y tienen vigente el T-MEC, uno de los tratados comerciales más relevantes del mundo.
La presidente mexicana, Claudia Sehinbaum, ha mantenido una conversación con Trump centrada en la migración y el narcotráfico, y ha descartado que sus dichos recientes pudieran representar una amenaza latente para la relación.
Expertos han advertido de los efectos que podría tener la puesta en marcha de estos aranceles, que también se aplicarán en su propia forma sobre bienes chinos. "El simple hecho de que se apunte a México y a Canadá, sobre todo a Canadá, es una locura", dijo Petros Mavroidis, profesor de la Universidad de Columbia.
Erin Murphy, investigadora del Center for Strategic and International Studies (CSIS), sostuvo que la imposición de aranceles sobre estos países en particular demuestra que para Trump "no hay diferencia" entre aliados y rivales.
Por su parte, Bernard Yaros, economista de Oxford Economics, alertó que los socios comerciales de Europa y Asia no tardarán en tomar "medidas de represalia, sin ir a una escalada" pero que, igualmente, "golpearán realmente el crecimiento" estadounidense.