En este contexto, Ashley DeAzevedo, presidenta de la organización American Families United, ha solicitado al presidente Joe Biden que utilice su poder de indulto para proteger a estos inmigrantes. DeAzevedo argumenta que si Biden estaba dispuesto a utilizar su autoridad para perdonar a su propio hijo, Hunter Biden, quien enfrentaba cargos relacionados con drogas, evasión fiscal y posesión de armas, debería extender esa misma protección a los inmigrantes cuya única infracción ha sido permanecer en el país sin autorización.
Según DeAzevedo, "la situación para más de un millón de familias de estatus mixto es extremadamente grave, ya que enfrentan la constante amenaza de deportación en un sistema de inmigración que considera roto". La líder de American Families United destaca que muchos de estos inmigrantes se enfrentan a un proceso administrativo en lugar de un castigo penal, lo que hace que su situación sea distinta a la de quienes cometen delitos graves como el reingreso ilegal al país.
Entre las medidas que DeAzevedo propone se encuentra la implementación del programa "parole in place", que permitiría a los inmigrantes casados con ciudadanos estadounidenses obtener un estatus legal temporal. Aunque Biden implementó este programa en junio de 2024, fue suspendido tras ser desafiado por varios gobiernos republicanos en los tribunales.
La situación es crítica, y DeAzevedo insta a Biden a actuar de inmediato para asegurar que estas familias, que han vivido y trabajado en los Estados Unidos durante años, no sean separadas. Las familias mixtas enfrentan un futuro incierto, y la acción de Biden podría evitar la separación de más familias.
Entre las consecuencias de la deportación masiva se encuentran:
- La separación de familias, incluyendo la expulsión de niños estadounidenses junto con sus padres indocumentados.
- La pérdida de empleos y la inestabilidad económica para las familias afectadas.
- La erosión de la confianza en el sistema de inmigración y la justicia en Estados Unidos.