A nivel federal, hasta el 85% de los beneficios del Seguro Social pueden ser sujetos a impuestos si los ingresos combinados de un individuo superan los $25,000 al año o si una pareja alcanza los $32,000.
En 2025, nueve estados seguirán imponiendo impuestos sobre los beneficios del Seguro Social, lo que afectará directamente el ingreso neto de los jubilados que residen en estos estados. Entre estos estados se encuentran Colorado, Connecticut, Minnesota y Vermont, entre otros. Es importante destacar que las leyes fiscales varían según el estado, y algunos estados han tomado medidas para reducir o eliminar este impuesto.
Por ejemplo, "Virginia Occidental ha anunciado que eliminará gradualmente el impuesto sobre el Seguro Social hasta su completa desaparición en 2026", según fuentes oficiales. Por otro lado, en 2024, Missouri y Nebraska dejaron de gravar los beneficios del Seguro Social, un movimiento que se suma a las reformas fiscales de otros estados como Illinois y Nueva York.
En contraste, 41 estados y el Distrito de Columbia no aplicarán impuestos sobre los beneficios del Seguro Social en 2025. Entre estos estados se encuentran algunos de los más populares para los jubilados, como Florida, Texas y California. Vivir en uno de estos estados puede ser una opción favorable para aquellos que buscan maximizar su ingreso neto durante la jubilación.
Los impuestos estatales sobre el Seguro Social pueden tener un impacto financiero significativo, especialmente para los jubilados con beneficios más altos. Por ejemplo, un impuesto estatal del 5% sobre $30,000 de beneficios anuales podría costar a un jubilado $1,500 al año. En estados como Colorado, donde los residentes pueden deducir estos impuestos de sus declaraciones federales bajo ciertas condiciones, este impacto se puede mitigar en parte.
Al elegir un estado de residencia durante la jubilación, los jubilados deben considerar no solo si el estado grava los beneficios del Seguro Social, sino también otros factores económicos como el costo de vida, los impuestos sobre propiedades y las exenciones fiscales para otros ingresos. Algunos estados ofrecen exenciones adicionales para jubilados con ingresos bajos a moderados, lo que puede hacer que la residencia en estos estados sea más atractiva.
La planificación fiscal debe tomar en cuenta la combinación de factores locales que impactarán el ingreso neto de los jubilados. Es importante investigar y comparar las leyes fiscales de diferentes estados para tomar una decisión informada sobre el lugar de residencia durante la jubilación.