Según fuentes cercanas a la investigación, el niño encontró una pistola cargada en su casa y, al manipularla, disparó y hirió fatalmente a su madre, Jessinya Mina, de 22 años. El incidente ocurrió en el apartamento donde Mina vivía con sus dos hijos pequeños y su pareja, Andrew Sánchez, de 18 años.
La investigación policial ha revelado que la pistola se encontraba en un lugar accesible dentro del hogar, lo que ha generado un debate sobre la seguridad en el manejo y almacenamiento de armas de fuego, especialmente en hogares con menores. El Departamento de Policía de Fresno, California, ha confirmado que Sánchez admitió su responsabilidad al dejar la pistola cargada en un lugar al alcance del niño.
Sánchez enfrenta cargos por poner en peligro a un menor y por almacenamiento criminal de un arma de fuego, cargos que podrían acarrearle consecuencias legales significativas. Las autoridades han llevado a cabo análisis forenses de las pruebas recogidas en la escena, así como la autopsia de Mina.
"La seguridad en el almacenamiento de armas no es opcional, es una responsabilidad moral y legal", afirmó el teniente Paul Cervantes en un comunicado. La muerte de Jessinya Mina ha dejado un profundo vacío en su familia, particularmente en sus dos hijos pequeños, quienes ahora enfrentarán un futuro sin su madre.
La comunidad de Fresno ha respondido con solidaridad, ofreciendo consuelo a la familia de Mina y apoyando una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos funerarios y garantizar el bienestar de los hijos de Mina. La situación ha resaltado los peligros de la tenencia irresponsable de armas y la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en los hogares.
El Departamento de Policía de Fresno ha aprovechado este caso para reforzar la importancia de las medidas preventivas en el manejo de armas de fuego. Expertos en seguridad recomiendan el uso de cajas fuertes para armas, dispositivos de bloqueo de gatillo y mantener las armas descargadas y separadas de la munición.
La tragedia de Mina ha dejado una lección dolorosa: las armas mal aseguradas son un peligro latente, especialmente en hogares con niños. Los pequeños hijos de Mina, ahora huérfanos de madre, quedan bajo el cuidado de familiares mientras la comunidad se organiza para apoyarlos.
La historia de Jessinya Mina ha reavivado el debate en Fresno y otras comunidades sobre la responsabilidad social de los propietarios de armas. Las autoridades, organizaciones comunitarias y activistas han insistido en que el caso de Mina sirva como un recordatorio urgente de la importancia de tomar medidas preventivas eficaces.