La realidad es que la salud mental de los afectados se está deteriorando rápidamente.
Según Suzana Adams, psicóloga de Phoenix, "he observado un aumento significativo en el miedo a la deportación entre mis pacientes. Muchos han expresado una mayor ansiedad por ser detenidos y deportados, lo que los ha llevado a evitar salir en público". La atmósfera de miedo y incertidumbre recuerda el período en que las redadas del sheriff Joe Arpaio causaron angustia generalizada en la comunidad.
La situación es particularmente difícil para los dreamers, jóvenes que llegaron al país de forma ilegal cuando eran niños y que ahora se enfrentan a la posibilidad de ser deportados. Según un informe de United We Dream, el 70,7% de los dreamers admite que al menos una vez al día piensa en que puede ser deportado y ser separado de sus hijos.
Las amenazas de deportación no solo afectan a los migrantes susceptibles de ser expulsados, sino que contagian el miedo a todo el círculo familiar. Surgen las dudas de qué hacer con los hijos si los padres son expulsados y las polémicas decisiones de si quedarse o irse del país antes de que ocurra una separación imprevista.
La tensión es palpable en todo el país, aunque la situación no es igual en todos los estados. En California, por ejemplo, los migrantes se sienten más protegidos y los terapeutas no han registrado tanto aumento de consultas. Sin embargo, la incertidumbre y el miedo están presentes en todas partes.
La elección de nuevos nombramientos para dirigir la política migratoria, como Rodney Scott y Caleb Vitello, ha generado preocupación entre las organizaciones que defienden los derechos de los migrantes. Estos nombramientos se unen a los ya elegidos para dirigir la política migratoria, como Tom Homan, Stephen Miller y Kristi Noem, defensores de la deportación masiva.
La situación es crítica y requiere una respuesta inmediata. Es fundamental que se tomen medidas para proteger los derechos de los migrantes y sus familias, y para garantizar que no sean separados ni deportados de manera injusta.