El 16 de noviembre, la policía de Los Ángeles respondió a un informe de tiroteo en la cuadra 1600 de North Vermont Avenue. La víctima, una conductora de autobús de Metro de 56 años, había estacionado su vehículo cerca de una parada de autobús en Hollywood Boulevard y Vermont Avenue cuando el sospechoso se le acercó y le disparó varias veces a quemarropa. "La víctima recibió golpes en la cara, las manos y las nalgas", dijo la policía.
La investigación posterior reveló que el sospechoso era Dorian Holt, de 45 años, exnovio de la víctima. Holt había huido de la escena después del tiroteo y evadió la captura huyendo del estado. Sin embargo, los detectives trabajaron incansablemente para localizar al sospechoso, y finalmente fue detenido en la ciudad de Escondido el 12 de diciembre.
Según el sobrino de Holt, "creo que para ella, las cosas llegaron a un punto en el que se habían ido intensificando y llegó un momento en el que sintió que no tenía por qué estar en esa situación". También mencionó que "sin duda, había antecedentes de violencia". Aunque no se han revelado más detalles sobre el caso, incluida la identidad de la mujer, es claro que la violencia doméstica fue un factor clave en este incidente.
La detención de Holt es un paso importante hacia la justicia para la víctima y su familia. Sin embargo, también resalta la necesidad de apoyo y recursos para las víctimas de violencia doméstica. Es fundamental que se proporcionen servicios de protección y asesoramiento para aquellos que han sufrido abuso, y que se tomen medidas para prevenir futuros incidentes de violencia doméstica.
En este caso, la policía de Los Ángeles ha demostrado su compromiso con la justicia y la protección de las víctimas de violencia doméstica. La detención de Holt es un recordatorio de que la violencia doméstica no será tolerada y que se tomarán medidas enérgicas para proteger a las víctimas.