En este contexto, los "drones wingman" han surgido como un área clave de competencia entre las dos potencias. Estos drones, diseñados para acompañar aviones tripulados y realizar ataques terrestres y aéreos, están en el epicentro de la rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos.
El Feihong FH-97A, un dron wingman de China, ha captado la atención internacional por su capacidad para realizar ataques terrestres y aéreos, y por su diseño para acompañar aviones tripulados. Este modelo, presentado en noviembre durante el salón aeronáutico de Zhuhai, cuenta con un compartimento de armas mejorado y puede ser lanzado desde portaaviones.
Según Ni Lexiong, analista militar con sede en Shanghái, "el futuro de la guerra será una competición entre la tecnología de los drones y la de los antidrones". Peter Layton, del think tank Royal United Services Institute, destacó que los wingman permiten a los fabricantes chinos acercarse al nivel de las fuerzas armadas estadounidenses.
Los drones wingman interesan a numerosos ejércitos, ya que permiten ampliar la fuerza aérea a menor costo que producir cazas tripulados y entrenar pilotos. Algunos de los beneficios de estos drones incluyen:
- Ampliar la fuerza aérea a menor costo
- Aumentar la cobertura geográfica
- Aumentar la carga de armamento
La rentabilidad sigue siendo un desafío, aunque se considera que Estados Unidos o China serán los primeros en lograrlo. Layton añadió que, basándose en los prototipos actuales, los drones chinos podrían tener ventaja en ataques terrestres, mientras que Estados Unidos y aliados como Australia se enfocan en sensores más que en armamento.
Estados Unidos planea desplegar 150 wingman hacia finales de la década, con un fuerte énfasis en inteligencia artificial. James Char, experto en el ejército chino de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, señaló que tanto China como Estados Unidos también desarrollan drones terrestres y marítimos, como los lobos robot chinos, armados con fusiles de asalto y diseñados para operar en enjambres y limpiar playas de fuerzas defensivas.