Se trata de una historia que habla de una tragedia familiar y de las consecuencias devastadoras de la violencia infantil.
En septiembre de 2022, paramédicos y agentes del condado de Alcorn respondieron a una llamada de emergencia en el camino rural 380 de Corinth. Allí encontraron a un niño de dos años, Kristian Harris, inconsciente. Su hermana menor también presentaba lesiones. Ambos fueron trasladados al Hospital Infantil Le Bonheur en Memphis, Tennessee. Desafortunadamente, Kristian falleció dos días después. Su hermana, afortunadamente, se recuperó.
Las autoridades rápidamente notaron signos de maltrato infantil en ambos pequeños. Una investigación exhaustiva llevó a la detención de Makallie Elizabeth Durham, de 25 años, quien se desempeñaba como niñera de los menores. El reporte policial detallaba múltiples contusiones y heridas en Kristian, indicando un patrón de violencia física.
Durham fue acusada de asesinato en primer grado y varios cargos de abuso infantil. Un gran jurado la inculpó formalmente dos meses después de la muerte de Kristian, basándose en evidencia que apuntaba a que la niñera había golpeado a Kristian en la cara o la cabeza en tres ocasiones (el 9, 12 y 13 de septiembre de 2022), y a su hermana durante tres días consecutivos (del 11 al 13 de septiembre).
El viernes pasado, la jueza del Circuito Michael P. Mills, Jr. dictó sentencia: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para Durham. "Las lesiones de ambos niños se determinaron como no accidentales," declaró la Fiscalía de Distrito del Primer Circuito.
La madre de Kristian, Jay Hurd, expresó su dolor a través de Facebook: "No lo devolverá, pero nunca más podrá lastimar a nadie". Su tía, Tamia Chantay, también compartió su alivio por la justicia obtenida, enfatizando el impacto de este caso en su familia y la necesidad de proteger a los niños vulnerables.
La investigación continúa aclarando los detalles de la relación entre Durham y la familia Harris. La propia Jay Hurd publicó un desgarrador mensaje, cuestionando la amistad que alguna vez unió a ambas mujeres. La pena impuesta a Makallie Durham marca un punto final a la parte judicial del caso, pero el dolor para la familia Harris, y las implicaciones para la prevención del maltrato infantil, perduran.