Una realidad donde la geopolítica se entrelaza con una crudeza que impacta.
El foco se centra ahora en la región de Kursk, en la frontera entre Rusia y Ucrania. Aquí, según el servicio de inteligencia de defensa de Ucrania, las cosas se han complicado significativamente. Se habla de tropas norcoreanas, que llegaron a la zona el mes pasado, y de su involucramiento directo en los combates.
"Un video difundido por una unidad ucraniana de drones… mostraba lo que supuestamente eran los cuerpos de más de 20 soldados norcoreanos alineados en un campo helado," señala el reporte. Aunque la calidad del video no permite una verificación completa, este, junto a otros geolocalizados por CNN, muestran evidencias de combates y retiradas con bajas.
El número de bajas entre las filas norcoreanas es considerable. Se estima que alrededor de 30 soldados murieron o resultaron heridos en enfrentamientos cerca de Plekhovo, Vorozhba y Martynovka. Tres más se encuentran desaparecidos. El Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ya había anticipado la participación norcoreana y la consecuente pérdida de vidas.
El rol de estas tropas, según los reportes, es principalmente de infantería. Se cree que alrededor de 12,000 soldados norcoreanos están desplegados en la región, apoyando a las unidades rusas en su intento por recuperar territorios perdidos en una ofensiva ucraniana en agosto. El blogger militar ucraniano, Yuriy Butusov, describió en Facebook un asalto masivo repelido el sábado, destacando la feroz resistencia norcoreana, aun con bajas significativas, y el apoyo de fuego y contramedidas electrónicas rusas.
Los enfrentamientos alrededor de Plekhovo, iniciados a principios de mes, son especialmente intensos. Las fuerzas rusas intentaron empujar a las tropas ucranianas hacia la frontera, a tan solo 4 kilómetros de distancia. La situación en la región permanece incierta, especialmente el control de Plekhovo.
A pesar de la intensidad de los combates y las pérdidas sufridas, la participación de Corea del Norte en el conflicto en Ucrania añade una nueva y compleja capa a un escenario bélico ya de por sí intrincado. La presencia de este actor inesperado transforma radicalmente la dinámica del conflicto.