Un informe final, emitido el viernes pasado, arroja luz sobre las instalaciones fronterizas de Estados Unidos para niños migrantes. El documento, resultado de un monitoreo judicial iniciado en 2022 y concluido justo antes del segundo mandato de Donald Trump, revela un panorama complejo. Este seguimiento, parte de una supervisión más amplia criticada por el ex-presidente, se centró principalmente en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en Texas.
El informe destaca mejoras significativas en aspectos como la higiene, la alimentación y la atención médica en los centros de detención. Sin embargo, también se documentan prácticas preocupantes. A pesar de las mejoras generales, el reporte señala que agentes de la CBP (Customs and Border Protection) continúan separando a niños de sus familiares adultos, aunque de manera temporal y diferente a las separaciones masivas ocurridas durante la administración de Trump.
“En una instalación en Donna, Texas, en septiembre, los agentes ‘continuaron reteniendo habitualmente a los niños separados de sus padres o adultos de confianza’”, se lee en el informe. Para noviembre, sin embargo, la situación mejoró y se calificaron las visitas regulares entre familiares como "alentadoras". Esta mejoría se atribuye a una disminución en el hacinamiento de las instalaciones.
La CBP no ha emitido una declaración oficial al respecto. Cabe recordar que el sistema de monitoreo temporal, establecido por un acuerdo judicial en 2022, buscaba garantizar una atención médica adecuada, supervisión correcta y el mantenimiento de la unidad familiar. Este acuerdo finaliza el 29 de enero de 2025.
El informe también menciona un incidente grave ocurrido en 2023: la muerte de una niña de 8 años con problemas cardíacos mientras estaba bajo custodia en el Valle del Río Grande. Este suceso, ocurrido en un contexto de hacinamiento, subraya los desafíos que enfrenta el sistema.
La supervisión judicial de las instalaciones se remonta a 1997, bajo el Acuerdo Flores. Si bien parte de esta supervisión fue levantada en junio de este año, el informe deja entrever las dudas sobre la capacidad del sistema para autoregularse, destacando la importancia de la supervisión independiente para la protección de los menores migrantes.
Las preocupaciones de organizaciones como Children’s Rights, que representa a niños bajo custodia de la CBP según el acuerdo Flores, se centran en el futuro de los menores migrantes una vez finalizada la supervisión del acuerdo. La falta de respuestas de la CBP a las demandas de información incrementa la incertidumbre sobre la situación a futuro.