Este año, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define al migrante de forma amplia: "cualquier persona que se desplaza, o se ha desplazado, mediante una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia, al margen de su situación jurídica". Esta definición abarca un espectro enorme de situaciones, desde la migración voluntaria en busca de oportunidades hasta los desplazamientos forzosos por conflictos o desastres naturales.
Las cifras, sin embargo, son alarmantes. La ONU estima que cerca de 70.000 migrantes han muerto o desaparecido desde 2014. Esta cifra, presentada en el informe de 2024 sobre el Pacto Global para una Migración Segura, Ordenada y Regular, representa una crisis humanitaria silenciosa que exige atención urgente.
El informe de la ONU destaca la necesidad de mejorar el acceso a la asistencia humanitaria y la recolección de datos para comprender mejor la magnitud del problema y poder actuar con mayor eficacia. Se propone, entre otras medidas, el apoyo a vías regulares de migración para proteger los derechos de los migrantes y contribuir a la prosperidad de los países de origen y destino.
La situación de los niños migrantes es especialmente preocupante. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado sobre un incremento récord de menores migrantes no acompañados o separados de sus familias que cruzan peligrosas rutas, como la selva del Darién entre Colombia y Panamá. Para abordar esta problemática, UNICEF busca recaudar más de 800 millones de dólares para brindar apoyo a estos niños vulnerables.
El impacto en Panamá es significativo. El país enfrenta el desafío de la devastación ambiental causada por el paso masivo de migrantes a través de la selva del Darién, lo que ha impulsado un plan de limpieza a gran escala. Este esfuerzo refleja las consecuencias multifacéticas de la migración, que trascienden las fronteras y abarcan aspectos ambientales, humanitarios y socioeconómicos.
La situación de los migrantes en el mundo exige una reflexión profunda y la implementación de soluciones integrales que aborden las causas raíz de la migración y protejan la vida y los derechos de quienes se ven obligados a dejar sus hogares.