En medio de este torbellino, la figura de Fani Willis, fiscal del condado de Fulton, ha tomado un papel central. Su rol en la investigación sobre la presunta intromisión en las elecciones de 2020, que involucra al presidente electo Donald Trump y varios de sus colaboradores, ha sido objeto de intenso escrutinio.
Una corte de apelaciones de Georgia ha tomado una decisión contundente este jueves, 19 de diciembre de 2024: la fiscal Willis ha sido descalificada para continuar con la acusación contra Trump y sus aliados. La decisión, largamente esperada y que ya mantenía el caso en suspenso, se basa en lo que la corte considera una “significativa apariencia de falta de decoro”, suficiente para potencialmente contaminar la percepción pública del caso.
El fallo, emitido por una mayoría de 2-1, argumenta que la decisión previa del juez Scott McAfee, que permitía a Willis seguir adelante con la acusación, "no hizo nada para prevenir una apariencia continua de falta de decoro que existía mientras la fiscal Willis ejercía su amplia discreción previa al juicio sobre quién procesar y qué cargos presentar."
La controversia surge de una relación romántica entre Willis y Nathan Wade, el fiscal especial contratado por ella para el caso. Los demandados alegaron que Willis obtuvo beneficios económicos de esta relación, situación que ella niega. Un juez disidente, Benjamin Land, opinó que la corte de apelaciones excedió su autoridad al anular la decisión de McAfee. “No es nuestro trabajo cuestionar a los jueces de primera instancia o sustituir nuestro juicio por el de ellos,” escribió Land en su disidencia.
El impacto de esta decisión es inmenso. Se necesitará nombrar a un nuevo fiscal especial para que el caso pueda continuar. El Consejo del Fiscal del Estado de Georgia será el responsable de este nombramiento, teniendo una amplia gama de candidatos, desde fiscales de distrito hasta abogados privados. Peter Skandalakis, Director Ejecutivo del Consejo, declaró a CNN que “no será una tarea fácil”.
Mientras tanto, Steve Sadow, principal abogado de Trump, celebró la decisión, calificándola como el fin de una “persecución políticamente motivada contra el próximo Presidente de los Estados Unidos”. La decisión no cierra el caso, ya que existen otras apelaciones pendientes que podrían alargar el proceso considerablemente. La Corte Suprema de Georgia aún podría intervenir.
Este caso, que involucra a figuras clave como Rudy Giuliani y Mark Meadows, representa el riesgo legal más significativo que enfrentan algunos de los aliados más cercanos de Trump por sus acciones para intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020. El desarrollo futuro de esta historia está lleno de incertidumbre.