En Nueva York, un caso reciente sacudió la ciudad y puso en evidencia la oscuridad que puede esconderse tras las pantallas. Michael Olson, un hombre de 56 años y ex ejecutivo de la empresa inmobiliaria Dwight Mortgage Trust, se declaró culpable de diez de los setenta y cinco cargos que enfrentaba por abuso infantil.
Olson, según la fiscalía, "planeó atacar, reclutar, manipular y agredir a niñas, y violó al menos a una niña en Manhattan semanalmente." Esta declaración del fiscal de distrito Alvin Bragg resume la gravedad del crimen y la naturaleza depredadora del acusado.
La investigación reveló una metodología escalofriante. Olson se acercaba a menores de edad, en su mayoría adolescentes asiáticas, a través de Instagram. Se enfocaba en aquellas que mostraban signos de vulnerabilidad económica o emocional, publicando mensajes sobre dificultades financieras o autolesiones. En el caso de la menor de 14 años, la víctima, Olson le ofrecía pagos de $700 dólares semanales a cambio de encuentros en hoteles de Queens y Manhattan.
Durante seis meses, Olson drogó, violó y filmó a la víctima. El ciclo de abuso terminó cuando la menor sufrió una sobredosis de cocaína y ketamina en un hotel de Manhattan en mayo de 2023. Este incidente llevó al arresto de Olson, quien, incluso tras pagar una fianza de $1 millón de dólares, continuó contactando a otras niñas a través de redes sociales.
Este caso no es aislado. Las autoridades de Nueva York han reportado un alarmante incremento en agresiones en diferentes zonas, incluyendo víctimas menores de edad. Otros casos recientes incluyen:
- Una pareja de Long Island declarada culpable de tráfico de una niña de 14 años.
- Un residente de Brooklyn que obligó a un adolescente venderse.
La fiscalía de Queens ha advertido sobre la alta incidencia de tráfico en zonas con alta concentración de transporte, como aeropuertos y estaciones de tren, destacando que los hoteles ofrecen una "sensación de anonimato". El Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) ha alertado, desde 2020, sobre un aumento en la pornografía infantil debido al incremento del tiempo que niños y adultos pasan en línea usando redes sociales.
La sentencia de 16 años de prisión para Olson, si bien representa justicia para la víctima, no minimiza la problemática global que involucra el abuso infantil en línea. La prevención, la educación y la vigilancia continua son cruciales para proteger a los más vulnerables.