La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), la red de transporte público más grande de Estados Unidos, ha anunciado un incremento en las tarifas del metro y los autobuses. A partir del segundo semestre de 2025, el costo del viaje pasará a $3 dólares, subiendo a $3.14 dólares en 2027. Esta decisión, parte de un plan presupuestario que contempla un aumento del 4% en las tarifas, ha generado controversia entre los ciudadanos.
Simultáneamente, a partir del 5 de enero, entrará en vigor un nuevo peaje de congestión para vehículos que circulen por el centro de Manhattan. Este peaje, inicialmente fijado en $9 dólares diarios con un aumento previsto hasta los $15 dólares en los próximos años, busca reducir el tráfico, mejorar la calidad del aire y generar recursos adicionales para la mejora del transporte público. Según el presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, “es un buen acuerdo”, aunque la oposición no se ha hecho esperar.
El concejal Robert Holden, por ejemplo, ha criticado duramente la medida, calificándola de "estafa del impuesto por congestión". Este tipo de declaraciones reflejan la preocupación de muchos neoyorquinos ante el incremento en los costos de transporte.
En paralelo a las subidas de precio, la gobernadora Kathy Hochul ha anunciado un refuerzo en la seguridad del metro. Se ha logrado la instalación de cámaras en todos los vagones, y se desplegarán 250 miembros adicionales de la Guardia Nacional durante la temporada navideña, sumándose a los 1,000 ya presentes en las estaciones. Esta medida, aunque justificada por la necesidad de mejorar la seguridad de los pasajeros, se produce en un contexto de aumento de la delincuencia en algunas categorías, a pesar de una disminución general del 12% en el crimen.
La MTA también ha solicitado $1,270 millones de dólares para la adquisición de 435 nuevos vagones de metro, incluyendo 80 de “pasillo abierto”. Este ambicioso proyecto forma parte de un plan a cinco años que busca modernizar el sistema de transporte, aunque los desafíos son numerosos, incluidas las millonarias pérdidas por evasión del pago del pasaje y el importante número de personas sin hogar que habitan en las estaciones y vagones.
Las cifras oficiales revelan un aumento del 200% en homicidios, 55% en asaltos graves y 140% en robos en el metro durante el año. Adicionalmente, se registraron cinco violaciones y más de 550 incidentes de delitos sexuales. Solo el 45% de los pasajeros se sienten seguros en los trenes y el 44% en las estaciones, según datos de la MTA.
La situación es compleja y las medidas anunciadas buscan abordar varios frentes, pero la efectividad de estas acciones solo se podrá evaluar a largo plazo.