El hallazgo tuvo lugar en el Greenwood Wildlife Management Area, un extenso terreno de 32,353 acres que abarca los condados de Ocean y Burlington. Fue allí, en el corazón del municipio de Manchester, donde unos cazadores se toparon con algo que jamás olvidarían: un cadáver masculino en avanzado estado de descomposición.
Según el comunicado emitido por el fiscal del condado Ocean, Bradley Billhimer, se desplegó un operativo de gran envergadura. Una media docena de agencias policiales respondieron a la llamada, dando cuenta de la gravedad de la situación. “Estamos investigando activamente las circunstancias que rodean esta muerte y el descubrimiento del cuerpo de este hombre”, afirmó Billhimer, añadiendo que “no hay peligro conocido para el público en este momento”.
Hasta el momento, la identidad del hombre permanece desconocida. La autopsia forense se encargará de determinar la causa y la fecha de la muerte, información crucial para avanzar en la investigación. La complejidad del caso se acentúa al considerar la dificultad en identificar cuerpos en estado de descomposición avanzada, un proceso que puede llevar tiempo y requerir de amplias pruebas.
Este suceso recuerda un caso similar ocurrido meses atrás: el descubrimiento de un cráneo humano en el Brendan T. Byrne State Forest, también en Manchester. La policía sigue trabajando en ese misterio, sin que hasta la fecha se haya logrado dar con alguna respuesta satisfactoria. Este tipo de hallazgos, aunque desafortunadamente no son inusuales en zonas boscosas de Nueva York y áreas cercanas, siempre generan una gran conmoción y demandan una exhaustiva investigación.
Las autoridades trabajan sin descanso para esclarecer los hechos y dar con la verdad, mientras la naturaleza sigue su curso en los silenciosos bosques de Nueva Jersey, guardando por ahora el secreto de este trágico descubrimiento.