Este sábado 21 diciembre 2024, en la carretera que conecta Sao Paulo con Teófilo Otoni, en Minas Gerais, Brasil, se vivió una escena desgarradora. Un accidente de tránsito dejó un saldo lamentable: 37 personas fallecieron. El impacto involucró a un autobús de pasajeros, un camión y un automóvil.
El autobús, que transportaba 45 pasajeros en un viaje desde Sao Paulo, se vio involucrado en una colisión que, según las autoridades, está bajo investigación. El departamento de bomberos de Minas Gerais confirmó el trágico número de víctimas mortales y reportó 13 heridos trasladados a hospitales cercanos. La remoción de todos los cuerpos del lugar del accidente se completó en la tarde del sábado.
Las versiones sobre la causa del accidente son contradictorias. Algunos testigos refieren que el autobús sufrió un reventón de llanta, lo que provocó que el conductor perdiera el control. Otros mencionan el impacto de un bloque de granito contra el autobús. En medio del caos, un automóvil con tres ocupantes también se vio afectado, aunque afortunadamente sus pasajeros sobrevivieron.
Ante la magnitud de la tragedia, el gobernador Romeu Zema emitió una declaración a través de X (antes Twitter), donde anunció “la movilización total del gobierno de Minas Gerais para asistir a las víctimas y a sus familias”. El gobernador enfatizó el compromiso del gobierno para apoyar a las familias en este momento tan difícil, especialmente considerando la proximidad de las fiestas navideñas.
Este lamentable suceso resalta la preocupante estadística de accidentes de tránsito en Brasil. El Ministerio de Transporte reportó más de 10,000 muertes en accidentes viales durante 2024. Un incidente similar, ocurrido en septiembre, involucró a un autobús que transportaba a un equipo de fútbol americano, resultando en tres fallecidos. La frecuencia de estas tragedias pone de manifiesto la necesidad de implementar medidas preventivas y mejorar las condiciones de seguridad vial en el país.
La investigación para determinar las causas exactas del accidente en Minas Gerais continúa, con la esperanza de prevenir futuras tragedias en las carreteras brasileñas. Las familias de las víctimas enfrentan ahora el dolor irreparable de la pérdida, mientras el país se une en solidaridad y apoyo.