Se trata de 109.7 millones de dólares, una cantidad significativa que el gobierno estadounidense ha destinado a México para el año fiscal 2025. Esta partida presupuestaria, aprobada por el Congreso y justificada en el documento del Departamento de Estado, Operaciones Exteriores y Programas relacionados, tiene como objetivo principal enfrentar dos desafíos apremiantes: el tráfico de fentanilo y la crisis migratoria en la frontera sur.
Una parte considerable, 54 millones de dólares, se canalizará a través del Fondo de Apoyo Económico (ESF). Este fondo, según la documentación oficial, se enfocará en "promover las prioridades de la administración estadounidense como la gestión de la migración regional". Pero no se limita a eso; también incluye programas para "abordar la corrupción y promover los derechos humanos; fortalecer la seguridad energética; y promover oportunidades económicas, especialmente en el sur de México".
Por otro lado, 53 millones de dólares se destinarán a la Oficina de Control Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INCLE). La razón es clara: México es identificado como el "país de origen de la mayoría de las drogas sintéticas que alimentan la crisis de opioides en los Estados Unidos". El objetivo: "fortalecer la capacidad de aplicación de la ley para interceptar las drogas sintéticas y prevenir el desvío de sustancias químicas precursoras hacia la producción ilícita de drogas." Estos fondos persiguen tres metas principales: reducir los mercados de drogas ilícitas, combatir la corrupción y fortalecer los sistemas de justicia penal.
Finalmente, una partida menor, de 1.7 millones de dólares, se asignará a la Educación y Entrenamiento Militar Internacional (IMET). Este programa busca mejorar la profesionalización de las fuerzas de defensa mexicanas y sus capacidades para enfrentar amenazas transnacionales.
Es importante recordar que esta asignación de recursos, aunque sustancial, representa una parte de los planes más amplios que Estados Unidos tiene para combatir el tráfico de fentanilo y la migración en la región. El panorama completo implica diversas estrategias y colaboraciones que van más allá de esta asignación específica.