Esta vez, en el condado de Sacramento, la escena se tornó aún más escalofriante de lo que los agentes podían haber imaginado. Un informe de violencia doméstica, una mujer desesperada en la puerta de una casa, relatando una agresión contra ella y su madre. Esa fue la llamada que movilizó a la Oficina del Sheriff del Condado de Sacramento. Los oficiales, tras evaluar la situación y enterarse de la presencia de un menor dentro de la vivienda, procedieron a una entrada forzosa. El hallazgo que les aguardaba dentro, sin embargo, superó con creces cualquier expectativa.
En el interior de una de las habitaciones, encontraron a Andrey Demskiy, de 28 años, detenido. Junto a él, una imagen que se grabará por siempre en la memoria de quienes la presenciaron: la cabeza cercenada de un niño. El pequeño, su hijo de apenas un año de edad, había sido víctima de un acto brutal e inimaginable.
De acuerdo al comunicado de la Oficina del Sheriff, los detectives determinaron que Demskiy había utilizado un cuchillo para decapitar a su hijo después de que su esposa y su suegra abandonaran la residencia. Las investigaciones apuntan a que el crimen fue perpetrado en un corto periodo de tiempo, mientras la madre y la abuela buscaban ayuda. La investigación continúa para determinar las causas exactas que condujeron a este suceso tan horrendo.
Demskiy se encuentra actualmente bajo custodia policial, sin derecho a fianza. Su audiencia está programada para el martes. Hasta el momento, se desconoce si cuenta con representación legal. La Oficina del Sheriff y la oficina de defensores públicos del condado no han respondido a las solicitudes de información al respecto. La magnitud de esta tragedia ha conmocionado a la comunidad, dejando una profunda herida en la sociedad y planteando interrogantes sobre la violencia doméstica y la salud mental.
El silencio que envuelve la vivienda ahora es opresivo. Un silencio que resuena con la ausencia de la risa infantil, con el eco de un crimen que ha dejado una marca imborrable en la historia de Sacramento. La investigación sigue su curso, buscando respuestas en medio del dolor inconmensurable.