Frank Barker, un hombre de 58 años llegado a Nueva York a los nueve desde Barbados, vio truncado su camino por un error del sistema. Tras cumplir una condena, en 2008, fue retenido un año más por orden del ICE, una experiencia que marcó su vida profundamente. “Como alguien que ha vivido con miedo al ICE... aliento a cualquier persona que haya experimentado un trato similar... a que tome medidas,” declaró Barker en un comunicado.
Su historia es solo una de las 20.000 que conforman una demanda colectiva resuelta esta semana. Entre 1997 y 2012, miles de migrantes fueron retenidos ilegalmente por la ciudad de Nueva York, extendiendo sus periodos de detención más allá de lo legalmente establecido. La colaboración entre las autoridades neoyorquinas y el ICE, en ese entonces, fue clave en este escenario. Se estima que los detenidos permanecieron presos más de 166.000 días, equivalente a 454 años adicionales a sus sentencias originales.
El caso se remonta a 2010, cuando Oscar Onadia, un inmigrante de Burkina Faso, interpuso la demanda inicial. Detenido por conducir sin licencia, su retención se extendió a 42 días, mucho más allá de las 48 horas establecidas por la orden del ICE. Aunque Onadia falleció a principios de 2024, su lucha sentó un precedente.
El acuerdo alcanzado implica una indemnización de 92.5 millones de dólares para los afectados, una cifra que refleja la magnitud de las irregularidades. La ciudad de Nueva York, aunque niega responsabilidad, deberá asumir este pago. Los migrantes afectados, algunos residiendo aún en Estados Unidos y otros dispersos por países como México, República Dominicana, Haití, Jamaica, Ecuador, Cuba, Colombia, Trinidad y Tobago, Honduras y Guyana, podrán solicitar su compensación. El proceso de localización de todos los afectados será una tarea titánica para los abogados, considerando que algunos incluso pueden haber fallecido.
El acuerdo también resalta la importancia del debido proceso legal y deja abierta la interrogante sobre la protección de los derechos de los inmigrantes en una ciudad en constante evolución, y que ha transitado desde una posición más colaborativa con ICE hasta una postura más proteccionista en los últimos años. La situación actual, con el contexto político actual y las nuevas políticas migratorias, agrega otra capa de complejidad a esta historia.