En medio de este panorama complejo, Toyota Motor North America ha confirmado una donación de 1 millón de dólares a la ceremonia de investidura del expresidente Donald Trump. Esta noticia, revelada el martes pasado a The Hill por un portavoz de la compañía, ha generado diversas reacciones. La decisión de Toyota se suma a otras aportaciones millonarias de grandes empresas como Ford, que también habría donado una cantidad similar. Meta y Amazon, por su parte, realizaron donaciones de siete cifras a la misma causa la semana anterior.
El CEO de OpenAI, Sam Altman, incluso anunció una donación personal de 1 millón de dólares. Es importante destacar que esta serie de donaciones ocurre en un contexto marcado por la amenaza de fuertes aranceles. Un informe de S&P Global publicado a finales de noviembre, preveía que los fabricantes de automóviles estadounidenses y europeos podrían perder hasta un 17% de sus ganancias anuales si se aplican aranceles elevados a las importaciones procedentes de Europa, Canadá y México.
La situación se complica aún más con las declaraciones del expresidente Trump en Truth Social, donde anunció la intención de imponer aranceles del 25% a productos canadienses y mexicanos, y un 10% adicional a los chinos. Según Trump, el objetivo es presionar a estos países para que refuercen la seguridad fronteriza y combatan el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. “Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absoluto para resolver fácilmente este problema de larga data. Por la presente, exigimos que usen este poder, y hasta que lo hagan, es hora de que paguen un precio muy alto!”, escribió Trump.
Las repercusiones de estas decisiones en la industria automotriz, así como en las relaciones comerciales entre los países involucrados, son temas que requieren un análisis profundo y continuado. El impacto a largo plazo de estas políticas proteccionistas aún está por verse, generando incertidumbre entre los expertos y analistas económicos.