Resulta que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reportaron un aumento significativo en los casos de norovirus durante la semana del 5 de diciembre. Hablamos de 91 brotes, superando las cifras de años anteriores que rondaban los 65 brotes para la misma semana. Esta alza, significativamente por encima de los 69 brotes reportados la semana previa, nos lleva a replantear las medidas de higiene, sobre todo en un país como México con una alta concentración de población.
¿Pero qué es exactamente el norovirus? Se trata de la principal causa de enfermedades transmitidas por alimentos en Estados Unidos, responsable del 58% de las infecciones de este tipo, según los CDC. “Tan solo 10 partículas virales tienen la capacidad de enfermar a alguien,” explican los expertos. Sus síntomas son bastante conocidos: vómitos, diarrea repentinos, náuseas, dolor de estómago, dolor de cabeza y fiebre. La enfermedad suele comenzar repentinamente, entre 12 y 48 horas después de la exposición.
La propagación del norovirus es preocupante por su facilidad de contagio. Se transmite por contacto directo, al compartir alimentos o utensilios, pero también a través de alimentos, agua o superficies contaminadas. Aunque la mayoría se recupera en 1 a 3 días, en Estados Unidos se registran anualmente entre 19 y 21 millones de casos, con 900 muertes y 109 mil hospitalizaciones al año.
Si bien las cifras de EUA son alarmantes, no debemos bajar la guardia en México. Grupos de riesgo, como niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados, deben extremar precauciones. La deshidratación, consecuencia de los vómitos y la diarrea, es la principal amenaza. Por ello, la recomendación principal es la hidratación constante con agua y otros líquidos (excepto café, té y alcohol). En caso de deshidratación, se debe buscar atención médica inmediata. Los síntomas de deshidratación en niños incluyen somnolencia inusual, inquietud y llanto con pocas o sin lágrimas.
El lavado de manos frecuente y riguroso, frotando con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos, es nuestra mejor arma. La limpieza de superficies con desinfectantes también es clave para prevenir la propagación. La información y la prevención son las claves para enfrentar este tipo de situaciones, sobre todo durante las celebraciones y reuniones características de las fiestas decembrinas.