En el 2024, 36,816 migrantes irregulares cruzaron el Canal de la Mancha, un aumento del 25% respecto al año anterior. Esta cifra, proveniente del Ministerio del Interior Británico, pinta un panorama complejo, donde el gobierno del primer ministro Keir Starmer se enfrenta a un desafío significativo. El aumento en los cruces ha llevado a la implementación de nuevas medidas, con un enfoque en la prevención y la disrupción de las redes de tráfico de personas.
El gobierno británico ha anunciado nuevas medidas para combatir el tráfico de migrantes, incluyendo prohibiciones de viaje, restricciones en el acceso a redes sociales y limitaciones en el uso de teléfonos para individuos sospechosos de participar en estas redes. Estas medidas, que buscan actuar antes de una condena penal, forman parte de un proyecto de ley que se presentará en las próximas semanas. Se pretende prevenir delitos y desarticular las redes de tráfico antes de que se lleven a cabo los cruces.
Sin embargo, no todas las voces coinciden con la estrategia del gobierno. El Refugee Council, una ONG dedicada a los refugiados, ha expresado su preocupación. Señalan que las políticas gubernamentales, aunque buscan desmantelar las redes de contrabando, han hecho los cruces "aún más peligrosos" debido al aumento de embarcaciones sobrecargadas y en mal estado.
La ONG ha pedido al gobierno británico, junto con el ejecutivo francés, que publiquen datos detallados sobre las muertes de migrantes en el Canal, incluyendo edad, sexo y nacionalidad. Según el Refugee Council, 2024 fue el año más mortífero registrado, con al menos 69 muertes reportadas. Las autoridades francesas, por su parte, hablan de al menos 76. Esta discrepancia en las cifras resalta la necesidad de mayor transparencia y colaboración entre ambos países para comprender la magnitud de la tragedia humana detrás de estas cifras.
Las medidas implementadas por Reino Unido buscan atacar la problemática del tráfico humano desde una perspectiva preventiva, con sanciones a los presuntos traficantes antes de su condena. Mientras tanto, organizaciones como el Refugee Council destacan la urgencia de abordar la seguridad de las personas que intentan cruzar el Canal, y reclaman transparencia sobre las víctimas de esta peligrosa travesía.