Las investigaciones apuntaban a múltiples involucrados, pero la verdad, como suele ocurrir, resultó más compleja. El Buró Federal de Investigación (FBI) ha revelado detalles cruciales sobre el atentado. El responsable, identificado como Shamsud-Din Bahar Jabbar, un ciudadano estadounidense de 42 años y exmilitar, actuó "solo, inspirado por el Estado Islámico (EI)", según palabras del subdirector adjunto del FBI, Christopher Raia, en una conferencia de prensa.
La investigación, meticulosa, analizó dispositivos electrónicos —computadoras y celulares— encontrados en el vehículo utilizado en el ataque y en la residencia de Jabbar. Esta exhaustiva revisión descartó la participación de otras personas, contradiciendo las primeras hipótesis. "En este momento, no verificamos que nadie más haya estado involucrado en el ataque", afirmó Raia.
El material encontrado, tanto en los dispositivos como en las redes sociales de Jabbar, dejó en claro su motivación. El atacante publicó videos en la noche del 31 de diciembre, declarando su apoyo al EI y explicando sus intenciones. Inicialmente, planeaba atacar a familiares y amigos, pero finalmente optó por un acto público para generar un impacto mayor, buscando llamar la atención sobre "la guerra entre los creyentes y los incrédulos".
La escena del crimen ofreció más evidencia. La policía encontró una bandera del EI en la camioneta Ford-150 blanca utilizada en el ataque. Jabbar rentó el vehículo en Houston el 30 de diciembre y condujo hasta Nueva Orleans, donde comenzó a publicar sus videos en Facebook. El último video, según el FBI, fue subido a las 3:00 AM hora local del 31 de diciembre.
Un dato relevante es que las autoridades no han encontrado, hasta el momento, evidencia de un vínculo directo entre este atentado y una explosión ocurrida en Las Vegas. La investigación continúa para descartar cualquier conexión.
La tragedia ha impulsado a las autoridades de Nueva Orleans a tomar medidas preventivas. La jefa de la Policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, mostró a la prensa nuevas barreras metálicas, algunas de más de 300 kilogramos, instaladas en Bourbon Street para evitar futuros atropellos. "No sabía que los teníamos, pero los teníamos y ahora los hemos podido instalar", comentó Kirkpatrick, haciendo referencia a los arcos metálicos que ahora protegen la icónica calle.
Estas barreras, capaces de detener vehículos pesados, se habían utilizado previamente en eventos masivos y en situaciones similares en California. Su implementación representa un cambio sustancial en las medidas de seguridad de la ciudad.