El pequeño Mike Nieto Parra, de tan solo dos meses de edad, falleció el 23 de agosto de 2023 en su hogar ubicado en la calle 82, cerca de Eliot Ave., en Middle Village. Sus familiares lo llevaron de emergencia al Elmhurst Hospital Center alrededor de las 12:30 p.m., encontrándolo inconsciente. Desafortunadamente, el bebé murió ese mismo día.
La incertidumbre rodeó el caso durante más de un año. Sin embargo, ayer, la policía de Nueva York reveló los resultados de la autopsia. Tras un análisis exhaustivo que incluyó “muestras de tejido y pruebas de laboratorio”, según fuentes policiales citadas por el Daily News, se determinó la causa de muerte: intoxicación aguda por ketamina.
La ketamina, un potente anestésico veterinario con propiedades alucinógenas, se encontró en el sistema del bebé. Aunque su uso principal es en medicina veterinaria, el Departamento de Justicia (DOJ) reconoce su uso aprobado también en humanos, lo que añade una capa de complejidad a la investigación.
El hallazgo de ketamina en el cuerpo del bebé ha reclasificado el caso como un homicidio. La investigación continúa, con la policía trabajando para identificar a los responsables y determinar las circunstancias que llevaron a la trágica muerte de Mike. Por el momento, no se han anunciado arrestos ni se han identificado sospechosos.
Este caso destaca la importancia de las investigaciones forenses exhaustivas y el arduo trabajo detrás de la búsqueda de justicia en tragedias como esta. La complejidad del caso, y la espera de más de un año para obtener resultados, resalta la dificultad de algunas investigaciones y la necesidad de paciencia en la búsqueda de la verdad.