La Tormenta Invernal Blair, como ha sido nombrada, no es simplemente una nevada intensa; se trata de una compleja combinación de nieve, hielo y temperaturas glaciales que han afectado desde el medio oeste hasta la costa este. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) reportó que para la mañana del lunes 6 de enero, cerca de 34 millones de personas estaban bajo alertas de tormenta invernal, una cifra que ilustra la magnitud del fenómeno.
La situación ha causado estragos en el transporte. Casi 2,000 vuelos fueron cancelados, y miles más sufrieron retrasos. Southwest Airlines, American Airlines y Republic Airways fueron algunas de las aerolíneas más afectadas. En paralelo, Amtrak canceló múltiples rutas ferroviarias, principalmente en la costa este, priorizando la seguridad de sus pasajeros.
El impacto se sintió con mayor fuerza en aeropuertos clave. El Aeropuerto Ronald Reagan Washington National, por ejemplo, registró cientos de cancelaciones. Similar situación se vivió en el Baltimore/Washington International Thurgood Marshall y otros aeropuertos importantes. Las aerolíneas han ofrecido opciones de reprogramación sin cargos adicionales, como la advertencia de viaje emitida por Southwest Airlines para facilitar la gestión de las afectaciones.
“Desde el 28 de octubre de 2024, las aerolíneas deben proporcionar reembolsos automáticos si los vuelos domésticos se retrasan más de tres horas, o seis horas en el caso de vuelos internacionales”, señaló Ivaylo Danailov, experto en compensación aérea de SkyRefund, aclarando los derechos de los pasajeros afectados por las cancelaciones.
Más allá de las cifras de vuelos y trenes, la tormenta ha dejado un saldo lamentable: al menos cuatro personas murieron como consecuencia de accidentes viales provocados por las condiciones de las carreteras. En Missouri, la patrulla de carreteras reportó cientos de vehículos varados y accidentes, con un saldo fatal. Similar situación se registró en Kansas.
El NWS emitió también advertencias de congelamiento para Texas, Luisiana y Florida, anticipando temperaturas bajo cero en el sur del país, con el consecuente riesgo para cultivos y el suministro eléctrico. Ciudades como Kansas City y Topeka registraron cantidades récord de nieve, superando marcas históricas en algunos casos.
La declaración de estado de emergencia en varios estados, incluyendo Kansas, Misuri, Maryland y Virginia, entre otros, refleja la gravedad de la situación. Aunque la tormenta se desplaza hacia el Atlántico, las consecuencias de este evento climático extremo seguirán dejando huella durante varios días.
El NWS relaciona este fenómeno con las alteraciones en el vórtice polar, apuntando a la posibilidad de un incremento en la frecuencia de eventos similares en los próximos años, lo que plantea interrogantes sobre el impacto del cambio climático.