En el centro de la tormenta se encuentra Donald Trump, quien, a pesar de haber ganado las elecciones, enfrenta una situación legal compleja en Nueva York. Su equipo legal, liderado por el vocero Steven Cheung, ha presentado una moción para detener la sentencia prevista para el 10 de enero. Cheung, quien además se desempeñará como director de comunicaciones de la Casa Blanca, declaró a Fox Digital que la sentencia es "ilegal" y que la decisión se basa en "una cacería de brujas" por parte de la fiscalía de Manhattan.
Según Cheung, el fallo se contrapone a la histórica decisión de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial, a la constitución del estado de Nueva York, y a otros precedentes legales establecidos. "El pueblo estadounidense eligió al presidente Trump con un mandato abrumador que exige un fin inmediato a la politización de nuestro sistema de justicia y a todas las 'cacerías de brujas' restantes", afirmó Cheung, expresando su optimismo por la unificación del país bajo la nueva administración.
El juez Juan Merchan, quien fijó la fecha de la sentencia antes de la investidura presidencial del 20 de enero, ya ha indicado que no impondrá una pena de prisión, sino una "liberación incondicional". Esta decisión, sin embargo, no disminuye la controversia en torno al caso, que se remonta a mayo, cuando Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales. La fiscalía, encabezada por Alvin Bragg, buscaba probar que Trump falsificó registros para ocultar un pago de $130,000 a la ex estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016.
Trump, quien siempre ha mantenido su inocencia, ha calificado el caso como un ejemplo de "guerra jurídica" promovida por los demócratas para perjudicarlo políticamente. En un mensaje en Truth Social, señaló: "Prácticamente todos los expertos legales dicen que NO HAY (¡CERO!) CASO CONTRA MÍ. El juez fabricó los hechos y la ley, sin diferencia de las otras cacerías de brujas judiciales y fiscales de Nueva York". El expresidente también criticó la huida de empresas de Nueva York, atribuyendo la situación a la falta de confianza en un sistema legal que considera "manipulado".
La sentencia, inicialmente programada para el 10 de enero a las 9:30 a.m., ha sufrido varios retrasos. La estrategia legal de Trump se centra en la decisión de la Corte Suprema de julio pasado sobre la inmunidad presidencial, argumentando que ampara a los expresidentes contra procesos judiciales por actos oficiales. Este caso, con sus complejidades legales y consecuencias políticas, seguirá dando de qué hablar en los próximos días y semanas.