Alrededor de las 10:20 a.m., un incendio, bautizado como el Incendio Palisades, comenzó a devorar la vegetación de las Montañas de Santa Mónica. Su avance fue implacable, alimentándose de la maleza seca y empujado por vientos furiosos que alcanzaron los 60 mph, con pronósticos de hasta 100 mph en zonas montañosas para el miércoles. El fuego, inicialmente estimado en 200 acres a mediodía, amenazaba directamente las casas en las laderas de Pacific Palisades. Imágenes de cámaras de monitoreo de incendios mostraban las llamas acercándose peligrosamente a las viviendas.
A las 11:52 a.m., el Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles emitió órdenes de evacuación a través del Sistema Federal de Alerta de Emergencia Inalámbrica. "Aquellos que requieran tiempo adicional para evacuar, incluyendo quienes tengan mascotas o ganado, deben partir inmediatamente, incluso si solo han recibido alertas", advirtieron las autoridades. Se habilitó el Centro Recreativo Westwood (1350 S. Sepulveda Blvd.) como centro de evacuación, aceptando también animales pequeños.
La situación es dinámica; un mapa interactivo, disponible en línea, muestra las zonas de evacuación, que cambian constantemente. El porcentaje de contención se mantiene en 0%, y aún no se ha determinado el número de estructuras afectadas. La incertidumbre, sumada a la velocidad del incendio, genera una atmósfera de tensión palpable en la comunidad.
Las autoridades señalan que la causa del incendio es aún desconocida, pero la ausencia de rayos descartados en las cercanías apunta hacia un origen no natural. El humo, visible incluso desde la playa, se mezcla con el olor a tierra y a miedo, un cóctel que resume la complejidad y el peligro de la situación.
Se espera que las condiciones climáticas adversas, principalmente los fuertes vientos, dificulten aún más el combate al fuego en las próximas horas. La incertidumbre sobre la evolución del incendio mantiene a la población en vilo.